LA LOCURA :)









LA LOCURA EN LAS PERSONAS




Me he dado cuenta de que en esta vida, dependiendo del momento que nos pilla, somos más o menos influenciables, y estamos más o menos abiertos a ciertas “locas” o aventuradas experiencias, propuestas o provocadas por otros, o por nosotros mismos.


Reconozco que yo he pasado por etapas de auténtico… “espíritu aventurero”, de dejarme llevar incluso sabiendo que no estaba haciendo exactamente lo correcto. ¿Y porqué me ha pasado esto?. ¿Porque realmente estoy loca, o soy una inmadura?



                        



Pues creo que no. Creo que es simplemente porque todos en la vida pasamos por épocas en las que necesitamos cambiar, necesitamos experimentar, aunque se trate de auténticas locuras. Necesitamos saber hasta donde podemos llegar, cuáles son nuestros límites y ver si podemos superarlos. Porque la vida es eso. Si no, ¿Qué sería?.


La vida está llena de momentos “locos”. Y no tenemos que temer por dejar que nos envuelvan, que nos dominen. Porque al final del experimento, siempre habrá un aprendizaje. Siempre habrá un desear no volver a pasar por lo mismo, o todo lo contrario. Siempre se habrá dado un pasito más hacia la madurez.

También debo reconocer que al aceptar dejarme llevar por algunas de esas oportunidades “locas”, he cometido errores, que afectaban directamente a otras personas. Que he influido para que en un momento dado esas personas dejaran de estar bien (temporalmente, eso sí), por mi causa, porque esperaban otra actitud de mí, que les afectaba directamente a ellas.

Lógicamente, una cosa es dejarnos llevar hacia vivencias “locas” y otra dejarnos llevar por vivencias claramente negativas o dañinas para uno y/o para otros. Cada uno debe valorarlo por si mismo, que para eso somos adultos.


Al volver a la calma, tras la tempestad, es momento de valorar el resultado: ¿Me ha servido de algo cometer esa locura o aventurarme a realizar algo de consecuencias completamente desconocidas para mí?. ¿Finalmente cuáles fueron esas consecuencias?. ¿Qué he aprendido?.

Tal y como dijo el filósofo Sören Kierkegaard, “arriesgarse es perder el equilibrio momentaneamente. No arriesgarse es perderse a uno mismo”.