LOS BEBES: el regalo de DIOS



EL BEBE




Un bebé es un ser humano de una edad todavía muy corta, que no puede hablar. Un bebé recién nacido es un neonato.




El bebé es totalmente dependiente de sus progenitores o tutores, necesitando de su atención para poder satisfacer sus necesidades básicas o para realizar actividades elementales. Ante cualquier necesidad o incomodidad, el bebé llorará para atraer la atención de los adultos.

De 0 a 2 meses

El cuello es demasiado frágil para sostener por si sólo la cabeza

Voltea la cabeza cuando esta acostado boca arriba

Sonríe cuando se le acercan

Emite sonidos

Empuña su mano

A partir de los dos meses comienza el balbuceo (emitir sonido desde la parte posterior de la boca)

Su visión es muy limitada

De 3 a 4 meses

Acerca la mano para tomar un objeto

El movimiento de manos y pies no es sincronizado

El desarrollo de la visión permite al bebé diferenciar objetos pero con muy poco contraste

Comienza a reconocer a su madre

Comienza a distinguir entre rostros familiares y desconocidos

Los músculos del cuello se desarrollan permitiendo mantener la cabeza erguida

Juega con sus manos

De 5 a 6 meses

El bebé comienza a agarrar objetos pero todavía no utiliza el pulgar

El bebé es capáz de sentarse por si sólo

El bebé se empuja para levantar su cabeza y hombros para mirar a su alrededor

Comienza el gateo

De los 7 a 9 meses

Pasa objetos de una mano a otra

El bebé da sus primeros pasos sosteniéndose de la mano de un adulto

El bebé se sienta firmemente durante largos periódos

El bebé comenzará a desplazarse a gatas.

A los 10 meses

Se pone de pie

Se mantiene de pie con apoyo pero no puede sentarse sólo

Emite las primeras palabras

Le gusta lanzar objetos

De 11 a 12 meses

Mantiene el equilibrio mientras se pone de pie por si sólo

Da sus primeros pasos

Cuidados del bebé




Cuando nace el bebé y los flamantes padres vuelven con él al hogar, comienza una vida nueva, con nuevos horarios, costumbres y actividades que giran absolutamente entorno al recién nacido. Los cuidados básicos del mismo, son parte de las tareas que deben realizarse y para las que hay que estar muy bien preparados y dispuestos.




Entre los cuidados básicos del bebé están:

Alimentación




Sin lugar a dudas, el mejor alimento para el bebé es la leche materna y por ello es que se promueve tanto la lactancia y sus múltiples beneficios (protección contra enfermedades, inmunidad, fortalecedora del vínculo afectivo entre madre e hijo, etc.).

Beneficios de la leche materna

Mejora las defensas.

Puede prevenir cierto tipo de alergias.

Ayuda a la relación madre-hijo, favoreciendo el contacto precoz.

Mejora la absorción, digestión y vaciamiento gástrico.

Hay una mejor absorción de todos sus componentes.

Facilita el crecimiento intestinal, disminuyendo el riesgo de enterocolitis necrotizante.

Manejo de la leche materna

Lavado intenso de manos.

Estimulación de las mamas después del nacimiento cada tres horas.

Almacenar en recipientes de plástico o cristal.

Rotular con nombre, fecha y hora de extracción.

Guardar en nevera.

Usar por orden de antigüedad.

Calentar o descongelar al baño María.

Congelar, si no se va a usar antes de las 24 horas.

Transporte desde el domicilio al hospital en nevera portátil.

Lavado del material (sacaleches, biberones..) con agua y jabón (puede usarse el lavavajillas. Hacer un secado (es importante) con un paño limpio.




Sin embargo, pueden existir casos en los que por diversas razones (enfermedad o ausencia de la madre por ejemplo) esto no es posible y se debe recurrir a la leche de fórmula.




En uno u otro caso, lo importante es tener claro que el bebé debe ser alimentado cada 3 o 4 horas, inclusive durante la noche.




En el caso de la lactancia, si bien es casi instintivo el reflejo de succión del bebé y la colocación del pequeño al pecho materno, es preciso saber como hacerlo para prevenir que el bebé lastime los pezones de su madre al succionar mal, trayendo como consecuencia que en situaciones extremas, deba interrumpirse la lactancia.




Cuando el bebé es alimentado con leche de fórmula, lo que debe tenerse en cuenta es la higiene y manipulación de los utensilios y de la leche, ya que un mal manejo puede acarrear problemas digestivos al bebé. Deben lavarse muy bien las manos antes, prepararse la fórmula con agua fría, previamente hervida durante unos 10 minutos, y estar todos los utensilios correctamente esterilizados.




Luego de alimentar al bebé, hay que hacerlo eructar, para que expulse el aire que tragó mientras comió, previniendo así gases y vómitos. Para ello, la mamá, papá o adulto a cargo, se coloca un paño limpio sobre el hombro y poniendo al bebé en posición vertical con la boca sobre el paño, se lo deja unos minutos hasta que eructe.

Cuidados generales

La piel del bebé




La piel del neonato tiene unas características especiales a tener en cuenta en el cuidado diario. La capa más externa está poco desarrollada por lo que presenta una mayor pérdida de calor, está más expuesta a infecciones y tiene gran capacidad de absorción de cremas y medicamentos tópicos. También carece de pilosidad, es decir no tiene vello, sino una especie de «pelusa» llamada lanugo que se ira perdiendo poco a poco y se descama fácilmente,lo que la hace muy delicada. Posee escasos factores hidratantes naturales por lo que necesita cuidados especiales.

Cambio de pañales




En general los bebés recién nacidos defecan luego de cada ingesta, es por ello que es necesario mudar su pañal luego de alimentarlo, higienizándolo con un algodón o gasa embebida en agua tibia, secarlo bien y poner un pañal limpio. Es importante recordar que a las niñas hay que limpiarlas de adelante hacia atrás, para evitar arrastrar bacterias del ano a la vulva y a los varones levantando el pene para higienizar bien alrededor del mismo y los testículos, pero sin correr el prepucio.




Además de después de alimentarlo, se debe vigilar de tanto en tanto el pañal del bebé para ver si necesita cambio, ya que aunque no defeque, ni está muy mojado también necesita cambio, porque de lo contrario puede irritarse y pasparse su delicada piel. Los cuidados generales que deben tenerse con la piel de los bebés recién nacidos son los siguientes:




1.- Baño diario con jabón de bebé, con la menor cantidad de perfumes o colorantes; deben evitarse los jabones llamados “neutros” y los de avena o manzanilla, que pueden secar más la superficie de la piel. 2.- No frotar la piel del bebé con estropajos, esponjas o toallas, solo utilizar la mano y el jabón. 3.- Aplicar al finalizar el baño, cremas (emolientes) sobre la superficie de la piel; se preferirán cremas que contengan petrolato sólido o líquido y se evitaran las que contengan perfume colorante en exceso. En las áreas con mayor descamación o resequedad puede aplicarse la misma crema varias veces durante el día. 4.- Evitar aplicar talco o aceites minerales sobre la superficie de la piel. 5.- Para el aseo de la zona del pañal se utilizará exclusivamente agua y algodón, asegurándose que se encuentra la piel seca antes de colocar el pañal. 6.- La ropa del bebé se preferirá del algodón; de manera general debe usarse solo pañal, playera y mameluco evitando abrigarlo en forma excesiva lo que puede favorecer la aparición de salpullido; debe cubrirse al bebé en forma proporcional a como se abrigaría el adulto. Se evitaran en condiciones normales gorros, guantes y fajeros. 7.- La ropa del bebé debe lavarse con jabón de pasta, evitando detergentes, suavizantes y cloro, que pueden irritar la piel e incluso en algunos casos ser tóxicos. 8.- Evitar aplicar cremas medicadas en la piel, sin ser indicadas por el pediatra o dermatólogo pediatra.




Ahondando un poco más en los principales tópicos tenemos