¡ENAMORARLA CON UN DESAYUNO!



LOS DESAYUNOS DE AMOR





1.- Peruanito Bonito:

- Una Bandeja de Locuras de Amor.

- Una taza de cerámica de Locuras de Amor.

- Un globito metálico, con el mensaje que desee: Cumpleaños, amor, aniversario, entre otros.

- Un peluchito.

- Una coronita.

- Servilleta de tela de Locuras de Amor.

- Un juego de cubiertos de acrílico.

- Un sanguche de con abundante chicharrón, camote y zarza criolla.

- Un tamalito criollo.

- Variedad de panecillos.

- Un pack de Mermelada.

- Un pack de Mantequilla.

- Un pack de queso crema.

- Una caja de leche.

- Pack de infusiones (té, manzanilla, anís y café).

- Tres sobres de azúcar.

- Un postre peruano: Pie de Limón ;a.

- Un jugo de naranja.

- Una botellita de yogurt.




2.- Corazón de Melón:

- Una Bandeja de Locuras de Amor.

- Una taza de cerámica de Locuras de Amor.

- Un globito metálico, con el mensaje que desee: Cumpleaños, amor, aniversario, entre otros.

- Un peluchito.

- Una coronita.

- Servilleta de tela de Locuras de Amor.

- Un juego de cubiertos de acrílico.

- Un sanguche caprese (en pan pita con queso fresco, tomate, albaca y aceite de oliva).

- Un triple

- Un quiche vegetariano.

- Una ensalada de frutas.

- Yogurt Natural.

- Miel de abejas.

- Una caja de leche.

- Pack de infusiones (té, manzanilla, anís y café).

- Sobrecitos de sugafor.

- Un jugo de naranja.




3.- Amorcito Corazón:

- Una Bandeja de Locuras de Amor.

- Una taza de cerámica de Locuras de Amor.

- Un globito metálico, con el mensaje que desee: Cumpleaños, amor, aniversario, entre otros.

- Un peluchito.

- Una coronita.

- Servilleta de tela de Locuras de Amor.

- Un juego de cubiertos de acrílico.

- Un sanguche de tres jamones.

- Un Triple.

- Variedad de panecillos.

- Un pack de Mermelada.

- Un pack de Mantequilla.

- Un pack de queso crema.

- Una caja de leche.

- Pack de infusiones (té, manzanilla, anís y café).

- Tres sobres de azúcar.

- Un cup cake o Una empanada.

- Un jugo de naranja.

- Una botellita de yogurt.




4.- Pedacito de Cielo:

- Una Bandeja de Locuras de Amor.

- Una taza de cerámica de Locuras de Amor.

- Un globito metálico, con el mensaje que desee: Cumpleaños, amor, aniversario, entre otros.

- Un peluchito.

- Una coronita.

- Servilleta de tela de Locuras de Amor.

- Un juego de cubiertos de acrílico.

- Un sanguche de prosciutto, queso crema, aceitunas verdes y aceite de oliva.

- Un croissant de pollo con pecanas.

- Variedad de panecillos.

- Un pack de Mermelada.

- Un pack de Mantequilla.

- Un pack de queso crema.

- Una caja de leche.

- Pack de infusiones (té, manzanilla, anís y café).

- Tres sobres de azúcar.

- Un cup cake o Una empanada.

- Un jugo de naranja.

- Una botellita de yogurt.




5.- Gordito Pechocho:

- Una Bandeja de Locuras de Amor.

- Una taza de cerámica de Locuras de Amor.

- Un globito metálico, con el mensaje que desee: Cumpleaños, amor, aniversario, entre otros.

- Un peluchito.

- Una coronita

- Servilleta de tela de Locuras de Amor.

- Un juego de cubiertos de acrílico.

- Huevos revueltos con tocino.

- Salchicha huachana.




- Un sanguche triple.

- Variedad de panecillos.

- Un pack de Mermelada.

- Un pack de Mantequilla.

- Un pack de queso crema.

- Una caja de leche.

- Pack de infusiones (té, manzanilla, anís y café).

- Tres sobres de azúcar.

- Un cup cake o una empanada.

- Un jugo de naranja.

- Una botellita de yogurt.




6.- Amor de mi Vida:

- Una Bandeja de Locuras de Amor.

- Una taza de cerámica de Locuras de Amor.

- Un globito metálico, con mensaje: I Love You.

- Un peluchito.

- Una coronita.

- Servilleta de tela de Locuras de Amor.

- Un juego de cubiertos de acrílico.

- Un croissant de pollo con durazno.

- Un triple.

- Variedad de panecillos.

- Un pack de Mermelada.

- Un pack de Mantequilla.

- Un pack de queso crema.

- Una caja de leche.

- Pack de infusiones (té, manzanilla, anís y café).

- Tres sobres de azúcar.

- Un cup cake o una empanada

- Un jugo de naranja.

- Una botellita de yogurt.






                                  









LA LOCURA :)









LA LOCURA EN LAS PERSONAS




Me he dado cuenta de que en esta vida, dependiendo del momento que nos pilla, somos más o menos influenciables, y estamos más o menos abiertos a ciertas “locas” o aventuradas experiencias, propuestas o provocadas por otros, o por nosotros mismos.


Reconozco que yo he pasado por etapas de auténtico… “espíritu aventurero”, de dejarme llevar incluso sabiendo que no estaba haciendo exactamente lo correcto. ¿Y porqué me ha pasado esto?. ¿Porque realmente estoy loca, o soy una inmadura?



                        



Pues creo que no. Creo que es simplemente porque todos en la vida pasamos por épocas en las que necesitamos cambiar, necesitamos experimentar, aunque se trate de auténticas locuras. Necesitamos saber hasta donde podemos llegar, cuáles son nuestros límites y ver si podemos superarlos. Porque la vida es eso. Si no, ¿Qué sería?.


La vida está llena de momentos “locos”. Y no tenemos que temer por dejar que nos envuelvan, que nos dominen. Porque al final del experimento, siempre habrá un aprendizaje. Siempre habrá un desear no volver a pasar por lo mismo, o todo lo contrario. Siempre se habrá dado un pasito más hacia la madurez.

También debo reconocer que al aceptar dejarme llevar por algunas de esas oportunidades “locas”, he cometido errores, que afectaban directamente a otras personas. Que he influido para que en un momento dado esas personas dejaran de estar bien (temporalmente, eso sí), por mi causa, porque esperaban otra actitud de mí, que les afectaba directamente a ellas.

Lógicamente, una cosa es dejarnos llevar hacia vivencias “locas” y otra dejarnos llevar por vivencias claramente negativas o dañinas para uno y/o para otros. Cada uno debe valorarlo por si mismo, que para eso somos adultos.


Al volver a la calma, tras la tempestad, es momento de valorar el resultado: ¿Me ha servido de algo cometer esa locura o aventurarme a realizar algo de consecuencias completamente desconocidas para mí?. ¿Finalmente cuáles fueron esas consecuencias?. ¿Qué he aprendido?.

Tal y como dijo el filósofo Sören Kierkegaard, “arriesgarse es perder el equilibrio momentaneamente. No arriesgarse es perderse a uno mismo”.













...DE RISA

CHISTES

Jaimito estaba en el salón de clase con sus compañeros, como la profesora no llegaba, todos los alumnos comenzaron a hacer alboroto.
Cuando llegó la profesora vio el desorden que había y comenzó a interrogar a los niños.
- Juanita, ¿Qué haz hecho tú?.
- Yo dibujé en la pizarra.
- Pedrito, y tú, ¿Qué hiciste?.
- Yo tiré mi pupitre contra el suelo.
- Jaimito, y tú, ¿Qué hiciste?.
- Yo tiré serpentina por la ventana.
- Caramba, aprendan de Jaimito que no es un malcriado como ustedes.
Pero al pasar unos minutos, tocan la puerta de la clase y entra una niña toda golpeada, la profesora le pregunta:
- ¿Quién eres?.
- Yo me llamo Serpentina.



El profesor repartiendo las notas:
Luisito un diez.
Pedrito un ocho.
Juanito un seis.
Jaimito un cero.
Oiga profesor, ¿Y por qué a mí un cero?
Porque has copiado el examen de Pedrito.
¿Y usted cómo lo sabe?
Porque las cuatro primeras preguntas, están iguales, y en la última pregunta Pedrito respondió: "Esa, no me la sé" y tu has puesto: "Yo tampoco"




La madre de Jaimito le dice ten mucho cuidado en la milicia, cuando te pregunten la edad dices: 20 y cuando te pregunten el nombre di: Jaime y en lo demás responde señor, sí señor.
Cuando llega a la milicia le pregunta el general: ¿Nombre?, le responde: 20,¿Edad?,le responde Jaime. El general le dice: ¿Usted cree que yo soy tonto?, le responde: ¡Señor, sí señor!.









Grafitti.... arte libre!!

Historia 







A finales de los sesenta los adolescentes en la ciudad de Nueva York empezaron a escribir sus nombres en las paredes de sus barrios, aunque en realidad utilizaban pseudónimos, creandose así una identidad propia en la calle. Estos chicos escribían para sus amigos o incluso para sus enemigos. Quizás el ejemplo más significativo y a la vez el más conocido por todos sea el de Taki 183, un chico de origen griego que a la edad de 17 años comenzó a poner su apodo. Su verdadero nombre era Demetrius (de ahí el diminutivo “Taki”) y 183 era la calle donde vivía (poner el nombre de la calle fue un elemento usado por muchos más escritores). Taki trabajaba como mensajero y viajaba constantemente en el metro de un lado a otro de la ciudad. En el trayecto estampaba su tag (firma) en todos los lados, dentro y fuera del vagón. El no lo consideraba como algo malo, de hecho respondía así a las preguntas que le formularon en una entrevista en elNew York Times: “Simplemente es algo que tengo que hacer. Trabajo, pago mis impuestos y no hago daño a nadie”. Estos actos le convirtieron en un héroe y poco después cientos de jóvenes empezaron a imitarle.










Algunos de los escritores también destacados de aquella época fueron: Frank 207, Chew 127, Julio 204, Bárbara 62... En principio no buscaban estilo, sólo querían aparecer por todos los lados. Es a partir de aquí cuando surgió el boom y cientos de adolescentes comenzaron a poner su nombre por toda la ciudad, haciéndose necesaria la creación de un estilo, tanto en la caligrafía, como en los métodos de ejecución o incluso los lugares utilizados para dicho fin. Por ejemplo, Soul 1, un escritor de la zona de Manhattan, se dedicó a escribir su nombre a media altura en los laterales de los edificios. Tracy 168 citaba: “Eran inalcanzables para el resto de los humanos. Parecía que podía volar”. También podríamos destacar la anécdota de Bama, cuyo deseo por superar a los demás en cuanto a emplazamiento de sus pintadas le llevó a intentar escribir su nombre en lo alto de una montaña situada en el norte del estado de Nueva York. Cual sería su sorpresa cuando al apartar los ramajes y limpiar la superficie vió que se le habían adelantado: “¡Mierda!”. Se lamentaba el muchacho. Un caso muy sonado fue el de Seen al pintar su nombre en letras gigantescas en el mismísimo letrero de la colina de Hollywood.


En cuanto a la caligrafía, en principio se utilizaba una bastante legible, hasta la llegada a Nueva York de un graffitero de Filadelfia llamado Top Cat, quien afirmaba que todo lo que sabía sobre graffiti lo había aprendido en el legendario pan de maíz de Filadelfia. Escribía su nombre en letras finas y alargadas muy juntas. Eran difíciles de entender, pero precisamente esto las hacía destacar de las demás y llamaban la atención del resto, por lo que un gran número de escritores de Manhattan adoptaron su estilo y lo bautizaron como “Broadway Elegant”. Como contra, algunos escritores de Brooklyn inventaron su propio estilo, que consistía en letras más separadas adornadas con corazones, flechas, espirales... Y, por supuesto, el Bronx también tuvo su periodo de popularidad de estilo cuyo resultado era la mezcla de los dos anteriores. Aunque hay que decir que al final cada escritor optó por la creación de su propio estilo. Llegó un momento en el que el amasijo de firmas era tal, que surgió la necesidad de concentrarse en el tamaño y color de las letras, surgiendo así los primeros tags con “outline” (filete o línea de borde) iniciados por Super Kool y que más tarde Phase 2 perfeccionó dando como resultado unas letras más gordas perfiladas y coloreadas: bubble letters o letras pompa. De aquí posteriormente nacieron los ya famosos throw up o vomitados, que como su nombre indica, son piezas espontáneas y de realización rápida. Otro tipo de letras son las block letters, perfectamente legibles similares a los rótulos. Pero el afán competitivo va más allá, y la obsesión por conseguir popularidad y respeto llega a una complejidad artística tal que las letras empiezan incluso a ser difíciles de entender, culminando así en el estilo más genuino del Bronx: Wild style o estilo salvaje.






Ya a finales de los setenta, el graffiti alcanza sus cotas más altas con la incorporación de imágenes de la iconografía popular tales como personajes de cómic o dibujos animados, e incluso retratos y autorretratos en forma de caricatura (estas influencias se verán más adelante en un apartado especial). Con la incorporación de estas imágenes aparecen en escena las complejas master pieces (piezas maestras), que además de hacer distinguir a los grandes maestros de los principiantes, amplían de manera considerable el tamaño de las obras.


La comunidad del writing arde de expresividad, y esto lleva a un estado de competitividad feroz que se traduce en el auge de las conocidas Guerras de estilo (Style Wars) para nada violentas. Esta competición desemboca en las alianzas entre escritores. Es un momento muy importante, puesto que nos encontramos ante el nacimiento de las crews (pandillas, grupos). Su objetivo es la de hacerse más fuertes y así conseguir el respeto de los demás. Hay que tener en cuenta de que el hecho de que haya más miembros de un mismo grupo poniendo el mismo nombre facilita el acto de “dejarse ver” (gettin’ up).





















Esta época de esplendor no durará eternamente. En los primeros años de los ochenta, la MTA (Metropolitan Transit Authority) de Nueva York, comienza su encarnizada lucha contra el graffiti. Se denomina a los escritores como buffs (entusiastas) y se comienzan a tomar medidas tales como instalar nuevas vallas más sofisticadas en las cocheras de los vagones de metro, recubrir los vagones con pintura resistente, aumento de la vigilancia... Esto empieza a hacer flojear el graffiti de algún modo. Algunos escritores buscarán artimañas para seguir adelante en esta particular lucha. Otros buscarán otras alternativas, una de ellas es la de cruzar el Atlántico rumbo a Europa, dando a conocer esta subcultura en el viejo continente (este hecho es uno de los componentes de la posterior difusión de esta cultura en nuestro continente, aparte de otras, especialmente las favorecidas por los medios de comunicación). Aparte de la particular guerra con la MTA, aparece un nuevo personaje en el bando de los malos ejerciendo el papel de villano y contribuirá también al declibe de writting. Hablamos del crack que se adueña de la Gran Manzana y por si fuera poco esta droga letal no viene sola, sino que trae consigo todo lo que rodea a un mercado negro: Violencia y dinero.






Es una época en la que un arma de fuego es algo al alcance de cualquiera, y esto, de algún modo, cambia la mentalidad y el espíritu de muchos. Pero esto no es todo, se empiezan a promulgar leyes restringiendo la venta de pintura a los jóvenes, se obliga a los vendedores a guardar la pintura bajo llave y se endurecen las penas contra los escritores de graffiti.La gota que colma el vaso es sin duda el hecho más perjudicial. No basta con tener a las autoridades en contra sino que la propia sociedad e incluso los medios de comunicación (a través en muchos casos de campañas políticas) empiezan a volverse contra ellos. Surgen brigadas e incluso asociaciones de vecinos antigraffiti que promueven campañas, carteles... Surgen anuncios en televisión y en la prensa intentando concienciar del mal que las pintadas producen en la sociedad. Todo esto hace a los escritores mucho más territoriales y agresivos. Este aparente declive no es otra cosa que una etapa de respiro de la inminente llegada de que se nos viene encima: un segundo boom.

























A mitad de esta década de los ochenta nos encontramos ante un periodo que podríamos denominar como una fase de supervivencia. Cuando todo parece ya perdido con la MTA como dueña y señora de la situación y la Transit Police en plenitud de fuerzas, cuando los tags, throw ups y demás elementos empiezan a escasear de manera alarmante o bien están tan escondidos que nadie los ve, aparece el nuevo héroe de la película que rescatará al graffiti de esta oscura fosa. La explosión a mediados de los ochenta del movimiento Hip-Hop reaviva la llama de la neoyorkina cultura del writing. Esto anima de nuevo a los adolescentes. Todos quieren ser b-boys (seguidores del hip hop). Los writers acompañados ahora por losbreakers (bailarines de breakdance) y los Mc’s (cantantes de rap), están otra vez en el disparadero. Desde la Costa Oeste (California) llegan las noticias de la relativa facilidad para pintar trenes de mercancías, lo que animará a muchos escritores a coger sus latas (aunque muchos puristas neoyorkinos verán mal el graffiti en los mercancías).










También fomenta la resurrección del writing de forma inconsciente el acto de que la MTA empiece a retirar vagones averiados (trash trains) a cocheras para chatarra en Brooklyn, lo que hace que los apasionados del metro vuelvan a la carga impulsados por la esperanza de revivir los viejos y mejores tiempos, o por el simple hecho de tener una foto con su pieza en un vagón de metro neoyorkino. Sea como sea el writing resurge de entre sus cenizas, aunque los viejos tiempos nunca volverán.

















El movimiento europeo iniciado a mediados de los ochenta nos trae en principio al graffiti dentro del paquete Hip-Hop, es decir, llega junto a otros dos elementos de este movimiento, en principio el break-dance y más tarde el rap, aunque con el tiempo éste tendrá su evolución propia dentro de esta cultura. Empiezan las giras de escritores americanos por Europa así como las de europeos por la meca del graffiti, donde este arte se va adueñando e instalándose en las calles, apropiandose de las paredes y las canchas de deporte de la ciudad, siguiendo esta costumbre en la actualidad: Piezas conmemorativas, homenajes a las víctimas del SIDA y de la violencia. A esto le sigue la proliferación de los fanzines de graffiti, que pasan de ser de fotocopias en blanco y negro a revistas a todo color e incluso a editarse como publicaciones desde el punto de vista legal y, como no, el último gran salto: El graffiti en Internet, donde infinidad de páginas recogen todo tipo de fotos y textos, reportajes, entrevistas a personajes, webs dedicadas a un sólo grupo o incluso a un sólo escritor, páginas de la vieja escuela, páginas de graffiti en trenes, chats, foros y un largo etcétera.










Todo esto y mucho más (eventos, concursos, programas, los cada vez más frecuentes anuncios en televisión, festivales, portadas de discos...) expanden y consolidan este arte de la calle pese al esfuerzo inútil de las autoridades (siendo incluso a veces ellas promotoras y financiadoras de muchos de los eventos y/o actividades) llegando incluso hasta las galerías de arte o generar dinero a sus autores. Los cada vez más espacios cedidos para practicar este acto de manera legal fomentan por un lado el desarrollo e integración del fenómeno en la sociedad y la decepción e inconformismo de los más puristas por otro. Sólo decir que el arte del writing ha pasado, queramos o no, a formar parte de nuestras calles, nuestros barrios, nuestras ciudades... En definitiva, de nuestras vidas, en un mundo en el que el poder de la imagen está a la orden del día.























EL BOSQUEJO

¿QUE ES EL BOSQUEJO?
EL bosquejo es la primera traza, boceto o diseño que se realiza de una obra pictórica o de cualquier otra producción de la creatividad humana. El bosquejo supone el primer paso concreto de la obra, es decir, la primera materialización de la idea del autor.

En el ámbito artístico, como hemos mencionado, los bosquejos son fundamentales para que los autores puedan establecer sus primeras ideas acerca de las obras que quieren desarrollar. Esto ha dado lugar a que actualmente, en distintos museos del mundo, tengamos la oportunidad de poder admirar y conocer bosquejos de grandes pintores como, por ejemplo, Cézanne o Picasso.

El bosquejo debe evolucionar y completar una serie de etapas hasta convertirse en una obra completa. Por eso, la noción de bosquejo también está asociada a toda idea vaga y poco concreta de algo. Por ejemplo: “El arquitecto presentó un bosquejo sobre la construcción que me ha gustado mucho”, “Mañana tengo que rendir el final y apenas tengo un bosquejo de los temas a desarrollar”, “Quiero un bosquejo de tu plan para la última hora de la tarde”.

La noción de bosquejo está asociada a la de esquema, un término de origen latino (schema) que hace referencia a una representación simbólica o gráfica de cosas materiales o inmateriales. El esquema puede ser la idea o el concepto que se tiene sobre algo.

En los campos más técnicos, el bosquejo puede asemejarse a un esquema cuando supone una guía para el desarrollo de un proyecto. En estos casos, se trata de la base que indica los pasos a seguir.

De la misma forma, tampoco podemos pasar por alto la existencia de una expresión que hace uso del término que ahora nos encontramos analizando. Se trata de la locución adjetiva “en bosquejo”, que se utiliza de manera común para referirse al hecho de que algo o no está perfeccionado o aún no se ha concluido.

Asimismo tenemos que dejar patente que este concepto que estudiamos también se hace presente en una de las series de animación más importantes de la historia. Nos estamos refiriendo a la producción llamada “Pokémon”, que comenzó como saga de videojuegos y que finalmente alcanzó tal éxito que dio el salto a la pequeña pantalla e incluso también a los cines.

En aquella nos encontramos con el hecho de que existe un lugar muy importante que se da en llamar El Bosquejo. Más específicamente ese es el nombre que recibe un bosque que se halla situado en la conocida como Isla Exta y que aparece en el Pokémon Rojo Fuego y Verde Hoja. Otra de las señas de identidad es que en él se puede encontrar a Heracross, un Pokemón bicho que se enmarca dentro de lo que es el tipo lucha.

Respecto a un texto, un bosquejo es un pequeño resumen que incluye frases y palabras en lugar de párrafos completos. Estos bosquejos se organizan de manera jerárquica para que las ideas queden ordenadas con mayor claridad. El bosquejo permite planificar la redacción de un ensayo, al organizar las ideas que el autor desea plasmar en su texto.










ANGELES Y DEMONIOS

ÁNGELES Y DEMONIOS 




Una cuestión de fe

Por Celina Alberto




Se le ven todos los hilos, cada uno de los atajos que tomó Ron Howard para conseguir impacto, vértigo y magnetismo. Sin embargo, ese blanqueo de estrategias es parte del encanto. De Ángeles y demonios podrá decirse, por ejemplo, que pone al espectador en un lugar equivalente al de un recipiente vacío, donde hay que colar los datos gota a gota, frase a frase, porque de otro modo sería incapaz de deducirlos y ordenarlos. Pero no se dirá que desaprovecha recursos, y mucho menos que defrauda en el juego.




La premisa es simple, aunque los vericuetos argumentales del libro original confabulen contra los mecanismos típicos de un relato de acción cinematográfica. Si los tiempos textuales no podrán contener jamás la inmediatez hipnótica del formato audiovisual, el cine de acción se las verá todavía más peludas cuando intente encajar en su impaciencia fugitiva las profundidades semánticas y lingüísticas de una construcción literaria.




No es éste el caso de la novela de Dan Brown, donde la carga poética y las redes simbólicas resignan posiciones ante una suerte de búsqueda del tesoro monumental. En el equilibrio de esas fuerzas, el filme de Howard consigue un efecto superador.




Incluso en las obstrucciones de algunas secuencias, que fuerzan el acuerdo de cualquier ficción hacia un territorio limítrofe con la comedia: ¿es demasiado pedir que el público admita que Robert Langdon será capaz de resolver un intríngulis de dimensiones colosales en las cuatro horas en las que dice transcurrir la acción? Sí, es demasiado. Pero la fe es un milagro y sólo en esa suspensión absoluta de la incredulidad, cuando la historia dice a gritos que el final cantado tendrá un giro inesperado, el hombre en la butaca apuesta a seguir pasándola bien con el cuentito. Entonces acontece el mayor hallazgo del filme: la diversión.